lunes, 11 de junio de 2012

Correo de sueños: manos separadas del cuerpo

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Correo de sueños es una sección dirigida por Mercedes Suárez y dedicada a la interpretación libre de los sueños de los lectores de Revista Corónica. Si tienes un sueño o pesadilla que te perturbe, alegre o intrigue, envíanos una descripción minuciosa de tu mundo onírico a coronica.autores@gmail.com con el asunto "correo de sueños". Nuestra redactora seleccionará los más llamativos, que serán publicados con su correspondiente interpretación.


Esta madrugada soñé que mi mano derecha se había desprendido del brazo. No había sangre ni dolor, además los extremos de los muñones no se veían como parte de un cuerpo real, sino como si fuesen de plástico y estuviesen sellados. Yo noté esto, pero no me preocupé, simplemente tenía afán de poder "conectar" de nuevo mi mano y mi brazo, porque tenía cosas pendientes por hacer (como bañarme y vestirme, porque estaba en una especie de encuentro y ya debía ir a reunirme con todos los demás...). Pero cuando trataba de pegarlas sentía que se repelían, muy suavemente, como cuando uno trata de unir dos imanes por el mismo polo. Yo estaba sentada ante una mesa, en un espacio muy pequeño, como un furgón, y al lado izquierdo estaba mi mami, pero ella no hacía nada en especial por ayudarme, sólo me hablaba de algo que no recuerdo, tal vez me estaba apurando. Yo tenía el brazo apoyado sobre la mesita y allí mismo estaba la mano y como le digo, trataba de unirlos...
Finalmente, no supe cómo, estaban juntos de nuevo y ya me fui a buscar donde bañarme y vestirme. Ahí empieza otra parte del sueño que no recuerdo bien.
Att. Cristina. 

Cristina: los sueños siempre nos están preguntando, contando  o advirtiendo cosas  a los soñadores; nos hablan en el lenguaje artístico de los símbolos y son una herramienta maravillosa para conocernos y entendernos. Interpreto tu sueño de la siguiente manera:

La mano derecha, que siempre se ha asociado al trabajo, se desprende del brazo, no  hay dolor, ni sangre, pero no está allí para lo que se necesita: bañarse, vestirse, trabajar. Se ha producido una desconección. Debes analizar si se trata  de agotamiento, una necesidad profunda de descansar, de no hacer nada por un tiempo, o simplemente de pereza ante la realización  de algún trabajo o actividad que aburre. No hay nada de malo en perecear a ratos, sin hacer nada. Esos momentos sirven para comprender las causas por las que nos desagrada hacer algo; éstas pueden tener que ver con la falta de reconocimiento en el trabajo, o falta de beneficio proporcional al esfuerzo realizado; falta de preparación para realizar esa tarea en particular, desmotivación, desidia, jartera que llaman, o simple monotonía laboral.

Es significativo que no te guste el lugar (estás en un sitio pequeño, acosado, la gente es aburrida etc.) hay exceso de esfuerzo físico. El trabajo te agota. La familia te presiona. Tu madre te afana. En síntesis: la mano y el muñón se repelen, y finalmente no sabes cómo, pero vuelven a juntarse. Sabes que  terminarás haciéndolo: tu sentido de la  responsabilidad te inducirá a hacer el trabajo, pero ¿es eso realmente lo que quieres?

El sueño insinúa que tal vez quieras volar un poco mas alto y más liviano. Tal vez sea hora de decir no a algunos eventos o trabajos que solo se hacen para redondear salarios o para mantener la visibilidad social y laboral. ¿Que tal liberarse un poco de jefes tiranos y de horarios? ¿Que tal más independencia para dedicarte  causas (que te apasionen) y que te hagan desear tener mas manos en lugar de que se te caigan?

Foto: Maniquíes, de la artista norteamericana Barbara Abel
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Publicado por Revista Corónica
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autores. Revista Corónica es una publicación digital. ISSN 2256-4101.

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