Si bien la versión inglesa se publicó en 2014, la castellana salió al mercado en 2015. Por eso, ¿cómo no incluir en una lista de libros de 2015 Perfidia, de James Ellroy?
Ellroy hace gala -al volver al escenario donde se siente más cómodo: Los Ángeles, entre los cuarenta y cincuenta del siglo pasado-, de una potencia narrativa asombrosa. En 800 y pico de páginas le da una vuelta de tuerca a la novela policial: da un paso adelante en esa veta descubierta por Chandler y Hammett.
La cultura en la republica del Narco [Harold Alvarado] es un libro divertidísimo.
Alvarado Tenorio –el más odiado de los escritores colombianos– con ingenio, erudición y una deliciosa mala leche le saca los trapos al sol al mundo cultural. Si usted no es el blanco de los dardos seguramente no podrá contener las carcajadas al leer estos ensayos a un paso de la crónica y del líbelo.
Varios narradores colombianos jóvenes publicaron volúmenes interesantes.
David Betancourt ganó con Ataques de Risa el concurso de la UIS y el Jorge Gaitán Durán.
Joseph Avski publicó en Planeta una novela corta, El infinito se acaba pronto.
Juan Fernando Hincapié, con Rey Naranjo, sacó la novela Gramática Pura.
Luis Noriega y Andrés Mauricio Muñoz dieron a la imprenta cuentarios: el primero con Random House (Razones para desconfiar de sus vecinos); el segundo con la Universidad de Antioquia (Un lugar para que rece Adela).
Y, por fin, se publicó en Colombia una novela de Daniel Ferreira: Rebelión de los oficios inútiles, ganadora del Premio Clarín de Novela. Las nuevas hornadas de ficcionistas colombianos ya comienzan a cosechar aplausos del público y a llamar la atención de la crítica.
El torso de Venus, de Elkin Restrepo, es un formidable volumen de poemas. Restrepo es una de las voces maduras de la poesía colombiana –quizá la mejor de todas–.
Muy interesante selección.
ResponderBorrarBerta Lucía Estrada