El
Giro de Italia es una carrera sin
dudas especial, una singularidad que va más allá de ser una de las tres grandes.
La Corsa Rosa es la más complicada, en ella los ciclistas no solo se enfrentan
a los terrenos más montañosos y a las mayores altitudes del circuito World
Tour, también deben sobrellevar temperaturas extremas y demás inclemencias, es
normal ver llegadas o sectores de las etapas en que la protagonista es la
nieve, más que los corredores. Se ven descensos pronunciados y prolongados, en
los que el manto de agua cubre el pavimento, mientras las gotas de lluvia no
menguan. Es una lucha contra los elementos.
La
disputa por el trofeo de espiral es larga, sumamente difícil y enfrenta a los
competidores con el excesivo reto físico que representa terminar la que es, a
mi gusto, la carrera más dura del mundo, pero además, los confronta
mentalmente, los lleva al extremo, hace que cada uno de ellos, si está empeñado
en llegar hasta el final, deba luchar contra sí mismo y sacar lo mejor que
tiene para poder salir de las adversidades que se presentan. En el Giro se
crean leyendas, como Fausto Coppi, Eddy
Mercks o Alfredo Binda, cada uno ellos con cinco coronas en su palmarés.
Italia
y el mundo se visten de rosado, del 5 al 28 de mayo, para observar y acompañar
al pelotón de valientes que se suben a sus bicis para enfrentar uno de los
retos más duros de sus vidas, al mismo tiempo que nosotros disfrutamos
expectantes el resultado de su sufrimiento.
En
2017 la fiesta será aún mayor, la carrera celebrará su centenario y se ha
enfocado en construir una edición memorable. Para ello, ha planteado en sus 21
etapas dos cronos individuales: la primera de 40km en la etapa 7 y la segunda
de 30km en la 21; cinco etapas con llegadas en alto (4, 9, 10, 14 y 19) y la
presencia de la montaña desde la segunda jornada. Presenta el recorrido como
particularidades que pasará por las islas de Cerdeña y Sicilia, que no sucedía
desde la edición de 1962, así mismo, están programadas -como consecuencia del
traslado al territorio continental- tres jornadas de descanso, es decir, una
más de lo habitual.
La
Cima Coppi (punto más alto del recorrido) será el mítico Mortirolo, cuyo pico
se encuentra a 2.757 msnm, y se subirá en la etapa reina que tendrá lugar en la
jornada 16, en la que también está programado el ascenso al Stelvio y al
Umbrail Pass. También es importante marcar en el calendario la etapa 18 en la
que habrá cinco premios de montaña. Claro que los sprinters también tendrán su
espacio en las jornadas 1, 3, 6, 7.
Ahora
bien, para cerrar, me comprometo con los favoritos al título: Vincenzo Nibali
(Bahrain Mérida) y Nairo Quintana (Movistar), éstos dos ya saben lo que es ganar en la carrera italiana y llegan con todas las intensiones de repetir título en el centenario; Thibaut Pinot (FDJ), el francés está a punto de despegar para llevarse una grande, aunque puede pasarle factura que tiene el equipo que en el papel es el más débil de todos los favoritos; y Adam Yates
(Orica-Scott), el británico que corre para el equipo de Australia, se perfila como uno de los serios competidores para luchar por las grandes vueltas, y aunque debute en el Giro, puede ser una piedra en el zapato para los más experimentados.
Finalmente,
partirán cinco colombianos en este Giro, ellos son: Nairo Quintana y Winner
Anacona (Movistar), el primero indiscutida ficha para llevarse la espiral, el
segundo, su gran gregario de confianza; Sebastián Henao (Sky) que con solo 23
años corre su cuarta Corsa Rosa; Fernando Gaviria (Quick-Step Floors) la carta
para las definiciones de velocidad, el paisa corre su primera grande; Daniel
Martínez (Wilier Triestina-Selle, equipo invitado) es la sorpresa de los
ciclistas colombianos ya que competirá en la primera carrera de tres semanas
del año con apenas 21 años.