Por Keren Marín*
¿Qué pasa cuando lo incierto nos asalta de repente? Los personajes de Luis Noriega se enfrentan a estos interrogantes sin experiencia o señal que ilumine los caminos. La vida que conocían desaparece ante las coincidencias irrevocables, los gritos provenientes de la nada, la violencia que se desata sobre ellos sin motivo. En medio de esta amalgama de sucesos, el autor revela las paradojas de la cotidianidad con humor y sátira: la desconfianza entre vecinos pese a la intimidad compartida, las pequeñas venganzas bajo el pretexto de la justicia poética, los héroes anónimos cuya violencia propaga el caos e instaura a su vez el orden.
En los nueve relatos que componen el libro, nos cruzamos con personajes como Jaime Roca, un español desempleado que decide suplantar a su homónimo (un escritor de famosos best- sellers) ante la aparición mágica de un billete aéreo enviado erróneamente a su buzón. Con un aspirante a escritor que planea junto a un anciano fanático de las novelas policiales el crimen perfecto o con un profesor de física que termina impartiendo justicia por la ciudad, derramando la sangre de aquellos taxistas avivatos que se niegan a cobrar la tarifa adecuada. Esta obra, ganadora de la III Edición del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez, atrapa enseguida al lector y lo hace cómplice de sus personajes: reímos de ellos y sus ocurrencias, de la cobardía que los invade o de los momentos de fugaz lucidez que acompañan sus actos. Sin necesidad de una realidad extraordinaria o sorprendente, la tragicomedia de la vida cotidiana se nos revela: las escuelas se convierten en guaridas de forajidos, los vecinos en posibles asesinos en serie y los maestros en lunáticos desesperados dispuestos a todo por una pizca de reconocimiento.
Aquí la vida cotidiana es el punto de partida y de llegada. La soledad, la desconfianza y el pesimismo se tejen entre sí para crear una atmósfera versátil en donde el azar, como diría André Bretón y Carl Jung, es la puerta hacia aquellas verdades que no osan manifestarse a través del hastío de lo predecible. El azar es quien revela el caracter de los personajes y la realidad del mundo que habitan. Sin embargo, para que el destino y las coincidencias se pronuncien es necesario estar dispuesto a encontrarse con lo inesperado y asumir los costos. Así pues, la narrativa lúcida y divertida de Luis Noriega nos interpela a través del mundo conocido y sus avatares, enseñándonos que no hay que ir muy lejos para encontrar alguna historia, pues muchas de ellas están en la comodidad de nuestro vecindario tras algún compañero solitario y lúgubre que lee con voracidad la crónica roja de los diarios.
*Escritora colombiana. Ganadora del premio Otto De Greiff 2016 a mejor tesis en Ciencias Sociales.
