Sobre Voces de la librería, de Rodnei Casares
Por
Paula Andrea Marín C.
Rodnei Casares es un librero y editor
venezolano que llegó a vivir a Medellín, en 2016. Desde la capital antioqueña,
codirige la editorial Libros del Fuego y es el creador de Ítaca, librería-bar (todo un deleite lector por su concepto, por su curaduría y por el lugar en el que se encuentra ubicada) . Vi a Rodnei en 2021, en un encuentro de libreros y de libreras, en el marco de la Fiesta del Libro y la
Lectura de Medellín, al que asistí para compartir los hallazgos de una investigación sobre
librerías, que había hecho con colegas del Instituto Caro y Cuervo y de la
Universidad de Antioquia; de esa investigación surgió el libro Oficio: libros. Historias de libreras y libreros
en Colombia (2023), con entrevistas a 22 libreras y libreros de Bogotá,
Medellín, Rionegro, Cali, Pereira y Manizales. En ese momento, Rodnei estaba
finalizando un mapeo de las librerías de Medellín, que es –al igual que para
Rodnei- mi manera favorita de conocer una ciudad. De ese mapeo, surgió su
proyecto (muy exitoso) de hacer recorridos por las librerías, ya no solo de
Medellín, donde tiene ya tres recorridos por diferentes zonas de la ciudad,
sino también de Bogotá y de municipios del Oriente antioqueño: El Retiro, La Ceja y Rionegro
(complejo Llanogrande). Uno de los días más felices que he tenido viviendo en Medellín,
fue aquel en el que me uní al recorrido de Rodnei por esas librerías de Oriente
y en el que, claro, compré libros, pero también compartí palabras con otras y
otros amantes de ellos, conocí hermosas librerías, esos remansos para el alma,
y escuché a apasionadas libreras y libreros hablar sobre su trabajo. Con estos tours
de librerías, Rodnei también ha ayudado a que la fama turística de Medellín no
se quede solamente en la de una “ciudad donde es chimba venir porque hay droga,
sexo barato y tours negativos” (Voces de la librería).
Este año, en la Fiesta del Libro y
la Lectura de Medellín, Rodnei presentó su libro Voces de la librería, en el que compila entrevistas con libreros y
libreras de Caracas (Librería El Buscón, Librería Sopa de Letras, Librería
Estudios), Medellín (Palinuro), Rionegro (El Licenciado) y El Retiro (Cotidiana),
algunas reflexiones sobre su oficio en el mundo del libro (decálogos y
recomendaciones para libreros y libreras) y textos de amigos y visitantes de
Ítaca. En ocho años de residencia en Medellín, Rodnei ha logrado contribuir a
dinamizar el circuito editorial y librero de la ciudad, a hacer visibles sus
librerías, a quienes las sostienen y a quienes las visitan. Quienes pertenecen
a estos sectores o quienes los hemos estudiado e investigado, sabemos lo
difícil que es mantener a flote un proyecto de esta especie y todo el tesón que
se necesita para conseguirlo. Creo que Rodnei ha entendido que la librería, más
que un lugar de venta de libros, es un lugar de encuentro de lectores y de
lectoras, y un generador de experiencias de lectura y de conversaciones. Su
frase “¡No te lo creas!” le ha servido para no amilanarse ante comenzar su vida
en una ciudad fuera de su país, ante los logros que parecen no llegar o hacerlo
muy lentamente y, sobre todo, ante la tentación de quedarse dormido cuando todo
parece ir bien. ¡No te lo creas! es una frase que también puede definir la
labor de un librero o de una librera (y ojalá la de todo el mundo): alguien que
es “un eterno aprendiz”, alguien que está abierto siempre a aprender, a asistir
a charlas, a visitar librerías y ferias, a leer revistas, periódicos, reseñas;
alguien que entiende que no “se las sabe todas” y que una librería se
administra, porque si no, "se quiebra" (Voces de la librería).
De Voces de la librería me quedo, sobre todo, con las entrevistas a
las libreras y libreros de Caracas, a su existencia como un milagro en medio de
todas las dificultades posibles, a la persistencia en mantener las librerías
como lugares en donde las y los visitantes pueden sentir un respiro y una conexión
y una posibilidad de que la vida no tenga que ser una “cotidianidad asfixiante” (Voces de la librería),
un esfuerzo y una lucha constantes por la mera supervivencia. De Venezuela, se
fueron las casas editoriales transnacionales y eso afectó enormemente el mercado
del libro y la edición de autoras y autores venezolanos; también desaparecieron
las distribuidoras de editoriales independientes latinoamericanas. A Venezuela
no llegan novedades editoriales desde hace una década. Venezuela quedó por
fuera del mercado internacional del libro. Que algunas libreras y libreros
persistan en ofrecer libros y que se atrevan a importarlos para sus lectoras y
lectores es toda una osadía. El mercado del libro venezolano hoy se nutre,
sobre todo, de esas cautelosas importaciones, de los viajes que pueden hacer libreros, libreras o su red de
amigos y de los libros que les caben en la maleta de regreso, de las bibliotecas
que dejaron quienes se fueron a buscar una mejor situación vital en otro país,
es decir, es un mercado de libros leídos, un mercado rico, en cualquier caso,
gracias al esplendor editorial que vivió Venezuela en la segunda mitad del
siglo XX y que se convirtió en un modelo para varios países, entre ellos,
Colombia. Que no se nos olvide.
Rodnei Casares, Voces de la librería. Medellín: Ítaca
Librería-Bar, 2024.