miércoles, 25 de julio de 2018

21 respuestas del escritor en tiempos de redes

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Por Carlos Mario Vallejo Trujillo                                                        

Descartado de plano por unos, presente pero no protagónico en otros y parte constitutiva de su figura de autor para unos más, la red social azul concentra un caudal de lectores  que para ningún escritor podría pasar desapercibida: La plataforma ya ha superado los 2 mil millones de usuarios, muchos de ellos lectores en potencia, por lo que el tema resulta ineludible.

De estos temas se ocuparon tres escritores colombianos: Andrés Mauricio Muñoz, Giuseppe Caputo y Álvaro Vanegas, quienes respondieron estas siete preguntas, desde luego que a través del chat de Messenger.

1. ¿Cuándo y cómo ingresa a las redes sociales?

2. Qué opina de que, según Umberto Eco, “las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad…ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel”?

3. ¿Qué opina de quienes reprueban las redes sociales de plano?

4. Las peleas en redes sociales entre escritores existen. ¿Ha sido testigo o protagonizado alguna?

5. Escritores como Luis Mey, (Los abandonados, Factotum, El pasado del cielo), acostumbran compartir en Facebook fragmentos de lo que están escribiendo. ¿Qué tal esos antojos al lector?

6. ¿Es fundamental que hoy en día un escritor tenga redes para granjearse lectores y esas cosas?

7. Momento cliché. Un consejo para jóvenes escritores en estos tiempos “líquidos” de los que habla Bauman…




Andrés Mauricio Muñoz


“El uso que hago de las redes es muy literario”






En su último libro, Hay días en que estamos idos, Muñoz explora el carácter errático del ser humano. 


1. La cuestión es que, pese a que soy ingeniero, suelo ser muy clásico en mi modo de andar por la vida. Ahora, por ejemplo, evado sistemáticamente lo que a otros los tiene embelesados, como las series de televisión o cine. Pero aun así cuando descubrí todo el universo de posibilidades narrativas que trajo la virtualidad, decidí meterme de cabeza para conocer este mundo de internet.

2. Creo que más que rotular de idiotas a esa legión de seres cuya voz antes no tenía eco, yo me detendría en la parte final de su argumento -que tiene que ver con las olas de desinformación que suscita la red- en que vale por igual la opinión de alguien completamente desenfocado del tema en cuestión, que aquella de alguien que puede ser una autoridad en la materia.

3. Están en su derecho. Mirar con desdén todo este fenómeno que ha venido a trastocar el ordenamiento del amor, la amistad y la forma de convivir, siempre será una alternativa válida.

4. Desde hace muchos años no he sido parte de ninguna pelea pública o privada con otros escritores. No tiene sentido. Este tipo de confrontaciones suelen estar marcadas por el prejuicio y las ansias de figuración. Mi única preocupación es el agobio de mis personajes, ese mundo hostil que creo para ellos.

5. No podría compartir lo que aún está en proceso de elaboración. Suelo compartir las columnas que escribo para algunos medios, o noticias que aparecen de mí o de mis obras.

6. La modernidad nos ofrece esa posibilidad de estar en contacto, de difundir nuestro trabajo y compartir intereses con colegas y lectores, así que, por lo menos las últimas generaciones de escritores, ven con muy buenos ojos este tipo de escenarios.


7. Leer, escribir, leer, corregir, seguir leyendo y seguir corrigiendo hasta la extenuación.



Giuseppe Caputo 

“El asunto es saber a quién seguir”


En Un mundo huérfano, Caputo entra de lleno en el tema de la pobreza.


1. Abrí mi perfil de Facebook en el 2007. Al principio no lo usaba mucho, sobre todo era una manera de contactar amigos que no veía hacía mucho y con los que me quería reencontrar. Luego la propia dinámica de la red fue cambiando. Y ahora se ha convertido en un espacio para compartir lecturas o textos que yo escribo, con lectores.

2. Todo depende del uso que uno quiera darles. Hay un tiempo para la exterioridad, que es el momento de la promoción y comunicación del libro. Y el gran momento de la interioridad, que es el tiempo de la escritura. El más importante. Y ojalá, el más largo.

3. Me parecen desubicados. No han entendido nada. Para mí es un espacio de interacción, aquí me encuentro con artículos y reflexiones de primer nivel. Hay que saber a quiénes sigue uno. Repito: Hay que saber a quién seguir.

4. Jajaja, todo el tiempo. Se han metido conmigo, claro, eso pasa siempre. Pero yo no me alimento del conflicto. Ignoro los indirectazos y la maledicencia. Hay mucha gente que confunde el pensamiento crítico con el hijueputismo. Solo una vez me metí en una "discusión" (millones de comillas). Con unos cristianos. Qué desgaste. Ah, y en el muro de Camilo Jiménez (crítico literario). Yo sigo a Emiliano Monge, a Julian Herbert, a Juan Cárdenas, Carolina Sanín, Margo Glantz... ¡Eso es un deleite! Me hacen pensar y reír permanentemente.

5. El gran momento es el de la interioridad, que es el tiempo de la escritura. No voy a autosabotear mi trabajo poniéndome con ese tipo de cosas.

6. Sólo uso Facebook. No me gusta el límite de caracteres de Twitter. Me gusta Instagram, pero para mirar: yo aún no pongo nada. Yo uso FB sin ansiedades. No lo uso para "granjear lectores", como dices. Lo uso para compartir algo y para leer las ocurrencias o estados de personas que admiro.


7. Que no tenga ansiedad de publicar. Que piense la escritura.

Álvaro Vanegas


“Twitter es demasiado inmediatista, incluso elitista”




Vanegas dice haber leído todos los libros de Stephen King, su autor de cabecera.


1. Llegué a las redes hace como 7 años, aunque fue más una cuestión personal, hace más o menos 3 años entendí que es una herramienta muy útil a la hora de darme a conocer y me di a la tarea de leer artículos y textos que hablaran sobre cómo lograr reacciones. 

2. No voy a entrar a contradecir a una personalidad tan grande e influyente como Eco, ni más faltaba. Sí pienso que las redes le dieron el derecho de hablar a cualquiera, incluso a los idiotas, pero en eso estriba precisamente su valor. 

3. Cada quien mata las pulgas a su manera, ellos tendrán sus métodos y sus peculiaridades. Entre menos seamos, mejor para mí.

4. No, hasta ahora no, sería interesante. Sería interesante serlo (testigo o protagonista de una disputa virtual), quiero decir. Confieso que no me la llevo muy bien con los escritores, de hecho tengo muy pocos amigos que se dediquen a lo mismo. 

5. Maravilloso, yo lo hago de vez en cuando.

6. Uso mucho Facebook. Por ser una red más afectiva, se me facilita un poco. En segundo lugar Instagram, aunque esa no la uso más que para compartir contenido, sin pretender nada más allá, y, a veces, Twitter, pero esa me aburre un poco, es demasiado inmediatista e incluso algo elitista. Me alejo de la postura de escritores ajenos a las redes que mencionas, Michel Houellebecq o Ricardo Piglia. 

7. Que no se entregue a la corriente. Que haga parte de los tiempos que corren, pero mantenga siempre la compostura.

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Publicado por Revista Corónica
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autores. Revista Corónica es una publicación digital. ISSN 2256-4101.

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