sábado, 4 de abril de 2020

Poemas de Bernardo Camacho Arboleda

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La inocencia de la ignorancia


Cuéntales a los niños
Que el mundo aún es bello
Que la mariposas amarillas
Existieron…
Que la vida
Todavía es posible verla
Que en el mundo hay pobreza
Pero hay sonrisas eternas,
Que la luz se apaga
Entre la vida
Pero siempre subsiste una leyenda.

Cuéntales a tus hijos
Que la vida es bella
Que una canción de cuna
Cómo adormece todas las penas…
Que soñar no cuesta nada
Como el abrazar a una muñeca
Que un suspiro de ternura o de nostalgia
Cubre los desvelos de un instante
Cuando bordea el alba.

Cuéntales a los niños
Sobre el color del mundo
De dónde vienes…
Pero diles…
Que el sol y las estrellas
El día y la noche
Los colores y los números
La nariz, el pelo y las orejas,
Son sombras efímeras que cambian
Con el correr de los tiempos.

Cuéntales…
Que hay mil formas
O “ene mil maneras”
De ver crecer a una pequeña…
Que las lágrimas existen
Como existe el agua
Como son las vacas
Como nace un bello beso
Una caricia, una semilla,
En todo un mundo feliz.


Pero también cuéntales
Que la A es una letra
Llamada vocal
Cuya forma
Puede ser variada
De acuerdo
Al momento
Como expreses
La redondez del cielo.

Cuéntales a los niños
Que las manos crecen
Sin poder darnos cuenta
Que los ojos
Pueden llegar a ver
Más arriba o más abajo
Y que las distancias
Se acortan o se alejan
De acuerdo a un sincero
Abrazo de Amor.

Cuéntale a tu niño
Que todos los días crece
Pero que habrá
Un día…
Donde crecer
Solo se palpa
Y se siente
En una cosa
Llamada el Alma.

Cuéntale a tu niña
Que también hay un niño
Que llegó primero
Que sus llantos y sus encantos
Fueron alabados y atendidos
En iguales horas de descanso
Pero que cada uno
Llegó a la vida
Con minutos de retraso
De tiempo y de espacio.
Que todos somos distintos
Y todos, uno solo,



Pero que solos
No podemos vivir
Cuando vivir se quiere…

Cuéntales
Que el Amor
Es lo más fuerte
Que en la vida hay…

Que aprender a Amar
Puede constar
Pero que se puede Amar
De tantas formas
Y de mil maneras
Y que cuando se deja de Amar
O se Ama mal
Los ojos no ven
Y las estrellas no brillan.

Cuéntales a los niños
Que hay más niños
En todos los rincones
De la tierra…
De colores
De hambre y de frío
Con falta de Amor
Y de mil necesidades
Con muchos sueños
Y con esperanzas muertas.

Cuéntales…
Del valor de una sonrisa
Cuando no venden
Por las tardes
Las manos cansadas y deshechas.

Cuéntales
Que te enseñaron
El valor del verdadero Amor
Un día…
Un pasajero de la vida.

Que te escribió
Y nada recibió
Pero todo te lo dejó.


Cuéntales a Natalia y a Felipe
Muchos cuentos…
Los de Mary Juna, y Sifo,
El de Peter Pan con Campanita,
Mickey Mouse o el Pato Donald
O el de Giro Sin Tornillos
En el país de las maravillas
Y en el de Nunca Jamás.
Son fábulas
Que sostienen la vida
En los primeros años.

Cuéntales…
Que los pájaros
Viene y van por los vientos
Azules y celestes,
Que las golondrinas
Son unas aves pequeñas
Que vuelan muy rápido,
Y unidas al tiempo
Presagian tormentas
Y quizás temores…

Diles…
Que la luz del sol
Todos los días llega
Al compás del tiempo
Y en el resplandor
De cualquier momento.

Cuéntales…
A esos pequeños cristianos
Que la tierra tiembla
Que la naturaleza brama,
Que los vientos rugen,
Que todo viene, va y se acalla,
Hasta donde aparece
La FLOR SILVESTRE
Que duerme
Todas las cizañas.







Cuéntales…
Que todo en los años
Tiene su momento,
Que todo se ve más claro,
Cuando se aprende
A contar y a separar
Como es debido.

Cuéntales
Que no todos los olvidos
Se dejan llevar
Por cualquier camino
O por cualquier olvido.

Cuéntales…
Que todos somos
Unos viajeros detenidos
Por la vida…
Cuéntales y muéstrales
El mundo, pero no solo el tuyo,
Su forma y toda su redondez.

Cuéntale a Natalia
Cuando sea grande
Que toda su picardía
Su prematura timidez
Su embeleco por los “MENJURJES”
Y sus travesuras por ser feliz
Llenaron los espacios del tiempo
Con inmensa ternura
Juntos y a la vez.

Cuéntale a Felipe
Cuando también sea grande
Que suelte su rigidez
Que la vida
Carcome las esperanzas…
Por una mano amiga…
Por un lápiz…
Por una moneda…
Po un grito mudo
De silencio herido…
Que toque la vida.




Que la llame y busque
Con la transparencia
Absoluta y cristalina
Que detiene una mano
Al intentar detener
Un FOCO de lucidez.

Abrázalos. Pero abrázalos fuerte,
Para que puedan ver,
Para que le lleven al tiempo,
Vida, y no muchos años muertos
Y arranquen las raíces
De las hierbas FATUAS.

Dile al monaco del Felipe
Que entre la tierra
Hay mil versiones
De teorías…
De fantasías…
Y de ensueños…
Que todas se esfuman
Como las “POPAS DE JABÓN”
Unas más lentas
Y otras más rápidas…
Que la fuerza está en la vida…
En la instantaneidad
DE un momento…
En la lucidez
De una estrella.

Y dile a ambos
Que sujetos
A las interpretaciones del mundo
Han quedado,
A las versiones…
A las conveniencias
De todos, menos de ellos,
Pero que de ellos depende todo.

¡Ah! por favor…
Dales por las noches
En mi nombre, a cada uno,
Un eterno y sincero beso de AMOR.




Y al pasar las horas,
Cuéntales, que llegarán los días
Donde encontrarán caminos
De épocas
Parecidas a las nuestras
Llenas de alegrías,
De sonrisas tiernas,
De sueños infinitos
De nubes, de cielos y de estrellas.

Pero hay que continuar contándoles,
De las historias y las guerras
Del hambre y la miseria
De las fuerzas
Que llenan la fortaleza
Y de la potencia
Que en el Amor existe
Para poder llegar a viejos,
Para sortear lugares,
O encontrar verdades,
Para salir de errores,
O cruzar las metas
Y superar los dolores
Al aprender a dar
A compartir y saber dejar…

Todo eso hay que contarles
Por esas edades
En las que ahora cruzan
A esas velocidades.

Y cuéntales…
Que todos hemos caminado
Lugares similares
En diferentes horas
Que reflejan el espacio
Hasta donde hemos querido llegar…
Porque todos…
Jamás llegamos a la misma hora
En que debemos llegar
No todos somos del mismo lugar
Aun cuando allá vamos a parar…





Hay que contarles, además
De la verdad del tiempo
Y de la claridad del día
Que no para todos
Lleva eco, sonido y música…
Porque la vida
Aunque cuenta historias,
La inocencia de la ignorancia
Mucha contaminación produce…

Y cuando pase el tiempo,
Y ya estemos los dos viejos
Podré contarte
Porque en mis letras fui guardando
Las tiernas sonrisas
Y los dulces cánticos,
Los poemas a la vida,
A los niños
Y a la velocidad del viento…

Solo…
Para cuando pase el tiempo
Podré contarte,
Cómo se han ido los días
Y han llegado los años,
Y la verdad de los azules cuentos,
Y del color incluso,
De los mismos sueños…
De las versiones
Como ven los ojos
Por el encierro reprimido y súbito
De las fronteras de la vida.

Solo para cuando el tiempo pase,
Y ya estemos los dos viejos…
Voy a contarte
De cuánto cuesta
Comprender verdades,
Y que nunca de aprender se deja…
Todo esto, solo
Para cuando pase el tiempo
Y ya estemos los dos viejos…
Y podré contarte
De cómo en el silencio
Brotan inmensas bondades,
De cómo se encuentran,
Respuestas grandes
En el camino de la vida,
Y a través de los años,
Porque todo esto ha quedado guardado
En mis letras, en mis noches,
En los amaneceres de mis horas,
y en el silencio
De mis pensamientos…

Únicamente…
Para cuando pase el tiempo
Y lleguemos los dos a viejos
Como llagan todas las cosas,
Menos la luz, el agua y el fuego…
Porque solo…
Cuando pasa el tiempo
Comprendemos cosas
Para poder llegar a viejos.





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Publicado por Silver Editions. Colina Revista.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autores. Revista Corónica es una publicación digital. ISSN 2256-4101.

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