martes, 6 de octubre de 2020

Dibujos en el agua (catorce)

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    José Alias. Planeta rojo. Octubre MMXX



Desierta de siesta 
la ciudad se mueve 
con un ritmo cansino 
Como la nieve bajo los patos 

Una de las preferencias de los seres humanos es leer o escuchar relatos, fábulas, sucesos… la narrativa oral, escrita, contada o cantada invade nuestro universo mucho antes de la imprenta. Alrededor de la hoguera crecían los niños en noches mágicas, escuchando a los ancianos recuerdos de ríos, montañas o mares y de quienes los surcaron. Planicies interminables eran el hogar de seres inverosímiles o necesitados. Bajo un sol abrasador, lluvias o nevadas intensas, tormentas de viento, días sin huella o plagados de hazañas sin parangón dieron lugar a epopeyas o pequeños relatos, que cautivaban la imaginación de todos, en boca de algún rapsoda o viajero que pagaba así el refugio y el alimento que le proporcionaba la aldea. 

CUENTO que 

Ahora me dedico a la venta de alfombras voladoras. En una de ellas viajo a remotos lugares, pequeños oasis que nadie visita nunca; carecen de interés para el turista accidental. Pero los viajeros sabemos que esos lugares que apenan existen en nuestra imaginación, siguen siendo las mejores opciones para conocer lo perdido. Al final, regreso sin haber vendido apenas nada pero con la satisfacción de haber conocido casi todo. Vuelvo a dejar las alfombras sobrantes en el almacén de mi barrio y voy a conversar con los parroquianos de la taberna donde libo las penas y escucho historias a ras de tierra. No tengo nombre, ni sombra. Sólo cuento. 

RELATO DEL HOMBRE DESNUDO 

Me dijo el alcalde del pueblo que le habían dicho que 
–Este verano han visto a un hombre desnudo en la 
poza del monte, junto a los riscos.
–Eso no está bien, sentenció.
Le miré por un momento y le dije lo primero que me 
vino a la cabeza: 
–Y este otoño vieron a veinte hombres armados, 
pegando tiros monte arriba a los fantasmas de una 
cacería del siglo pasado. 
Se le puso cara de póker, escupió en el suelo y dijo 
dando media vuelta mientras se alejaba: 
–Era una cacería autorizada. Me quedé pensando un rato en aquellos recuerdos, 
mientras me ponía la ropa junto a la poza, 
preguntándome cómo vendrían las lunas del próximo 
invierno.


Del poemario: Entretanto (Tu nombre entre mis dedos) Leer aquí





EL ECO DE LA SOMBRA 

Nos encantan los villanos, sobre todo los de película. Con los de carne y hueso ya es otro cantar, aunque las canciones sobre rufianes parecen acamarse en nuestros oídos sin más problema. Si miramos la prensa diaria veremos que está dividida en segmentos muy evidentes, el mayor de ellos ocupado por los correveidiles y sus andanzas, sus declaraciones inverosímiles, sus juegos de niños perversos queriendo convencer al mundo de lo que dicen y hacen como si fuera algo muy serio, la única posibilidad, lo nunca visto: la solución. Así las cosas no es de extrañar esa tendencia a hablar, escribir, proyectar películas sobre la violencia y sus derivados, a hacernos eco de la sombra que campea por el mundo y que no es otra cosa que un reflejo de la nuestra que pretendemos ver en otros, olvidando el dicho de que es más fácil ver una mota de polvo en el ojo ajeno que una montaña de lodo en el nuestro; el que esté libre de pescado que tire el primer jamón, el filete poco hecho, el asado de tira. No es que haya que callar siempre las crónicas que desnudan los regueros del mal, de hecho hay algunas magistrales. Ni olvidar que, a pesar de las apariencias, no hay otro, todo está en ti, en mí, en todos y cada uno (nótese la cortedad de las frases para intentar expresar un criterio amplio), una moneda tiene dos caras, aunque yo no soy tú, ni tus circunstancias que dijo Ortega. 

MICRO RELATOS 

Dos antiguos amantes se encuentran, por sorpresa, en una 
cafetería. 
-¡Dios mío! dice ella. 
-¡Virgen santa! exclama él.

Nada más aterrizar en París, Lindberg exclamó: 
Bon jour, monsieurs et dames my name is James Stewar! 
la multitud aplaudió enfervorecida 

ELEFANTES EN EL METRO 

Se dice que los elefantes recorren largas distancias para llorar sobre los huesos de sus antepasados. Es secular su infinita memoria. Dos mujeres viajan en el metro, una va leyendo un ejemplar de "El amante bilingüe", de Marsé, la otra sentada a su lado se inclina sobre el libro y saca de entre las páginas un trozo de cartulina, un separador casero. Sin mediar palabra comienza a limpiarse las uñas con el cartón. La lectora levanta por un instante la vista del libro y mira la acción, no dice nada, vuelve a la lectura. En la sabana africana dos elefantes copulan bajo el sol del Serengueti, sus lenguas hablan un solo idioma. 

 Del poemario/ensayo: Frágiles evidencias.





OTROS RELATOS 

Ahora los relatos toman en algunas ocasiones formas diferentes a la clásica de Gutenberg, aunque los fondos sigan siendo los mismos, dando la posibilidad de publicar nuestros acasos, ideas o lances a través del medio digital. Así, en este, mi más reciente poemario que comparto, se funden la palabra hablada, antes escrita, la música y las imágenes que lo ilustran. Pasen y miren, escuchen y vean, la película está servida: 

Disolución de la palabra o La nieve bajo los patos 




*** 

UNA PERSPECTIVA CLARA 

 ...Tal vez tú, como la mayoría, sientas que básicamente eres la misma persona que ayer... que hace un año. En realidad, pareces haber sido el mismo yo esencial durante todo el tiempo que alcanzas a recordar. O digámoslo de otra forma: no recuerdas un solo momento en el que no fueras tú mismo… dice Ken Wilber en “La conciencia sin fronteras”.

Por su parte, Allan Watts en "El sonido de la lluvia", en uno de los capítulos de sus “Memorias”, nos cuenta: Si dejamos de lado todo pensamiento y toda especulación dudosamente metafísica, difícilmente podemos dudar que, en un momento no muy lejano, cada uno de nosotros simplemente dejara de existir. No será como ir hacia la oscuridad eterna puesto que no habrá oscuridad, tiempo, sensación de futilidad ni nadie que experimente todo eso… Salimos de la nada y terminamos en la nada… Entonces tal vez comprenda súbitamente que esa nada es la cosa más poderosa, más mágica, más esencial y más segura en la que jamás haya pensado, y que la razón por la que no puede forjarse la más mínima idea al respecto estriba en que es usted mismo… aunque no, ciertamente, el yo que creía ser. 

Un retazo 
de tiempo y espacio 
Entre la niebla 
de la nada que todo 
lo muestra



Como aún me quedan incontables estaciones para llegar a mi destino, leo cosas como estas que me ayudan a comprender y aceptar la existencia durante los cortos periodos en los que salgo de la hibernación criogénica, en esta nave ligera que surca el espacio entre bellezas y soledades inmensas. Aprovecho también para conectar con mi pequeño robot Wall-E que sufre anclado en la Tierra y va interpretando mis sentimientos y pensamientos para escribir este diario que vais leyendo desde la pasada primavera. Quería aclarar este punto para que no haya lugar a equívoco si alguien les comenta que partí hace tiempo de ese planeta en el que se van publicando las entradas. Apenas tengo otro deseo que encontrarme con la bisnieta de Gilda cuando llegue a Puerto Marte: Una proyección astral intercambió datos y fotografías de nuestros aspectos actuales y futuros, que apenas variarán al haberse abolido en estas latitudes el tiempo y su elasticidad, y el programa de análisis de personalidades nos dio sus bendiciones para compartir nuestras vidas cuando así coincidamos; el espacio sigue siendo un misterio al no tener medida. 

Para terminar quería comunicaros que durante los próximos efluvios multiasteroidales permaneceremos hibernados en silencio, por un periodo indefinido, todos los habitantes de esta nave que hacen un total de 2437, incluidos varios perros y gatos robotizados, así como los encargados del mantenimiento que también pertenecen a la especie robótica, bajo la supervisión del astromecánico R2-D2 y del protocolario C3PO. 

Robot, leí hace poco en la wikispace, proviene de la palabra checa robota usada por primera vez en el pasado siglo XX por el escritor Karl Capek. ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? preguntan los blade runner a los androides. 

Como han dicho durante eones los maestros yodazen, en la pregunta está la imagen de la respuesta. Nos vemos. Nowhere, Now here.



Con manos de vacío tomo el arado. Mientras camino, conduzco al búfalo. (Fu Daishi)
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Publicado por jalias
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autores. Revista Corónica es una publicación digital. ISSN 2256-4101.

6 comentarios:

  1. El hombre desnudo es/está nowhere/now here... Solo sus ropas hacen que parezca ser este o aquel... Despojado de ellas... Si la impresión de vacuidad es lo suficientemente intensa, vuélvete hacia donde parece estar la consciencia que percibe... Si no encuentras nada, pero nada sí encuentras, en forma de una presencia indefinible pero indudable, relájate en ella como perro can-sao... Entonces quizás los elefantes dejen de volar hacia marte... dejen de así amarte...

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    1. el viaje es atemporal... amaneceres sin forma en nuestros ojos de luz... los elefantes pasean por mi mente... marte es un color rojo vangoghtiano... hay azucar en la mlrilla... gracias por los dibujos

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  2. Maravillosos relatos y hondos poemas. Un abrazo, maestro Alias.

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