jueves, 5 de noviembre de 2020

Dibujos en el agua (quince)

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                                                                     José Alias. Planeta Tierra. Noviembre MMXX



TEMPORAL 

Bárbara llegó como un ciclón a la entrada de mi casa. A la puerta de atrás, para ser más exactos, cabalgando sobre el río que viene de las nieves del viejo glaciar y lame las paredes del jardín con sus aguas claras y serenas en verano, tempestuosas con las crecidas de la primavera e imprevisibles y salvajes en este otoño sin rumbo. Llenas de amenazas y presagios en medio de esta noche en que el dios Eolo sopla con furia sobre árboles crecidos y yerbas diminutas, los animales en sus guaridas mantiene los ojos cerrados para fundirse con la oscuridad y el miedo, mis oídos hace tiempo que han dejado de identificar sonidos diversos: todo es un gran estruendo con el rugido del río arrastrando piedras entre sus aguas rápidas llenas de gritos feroces. Bárbara lleva veinticuatro horas vomitando lluvia, jarreando su nombre de tormenta perfecta, inundando corazones de pájaros diminutos en el bosque de castaños que arrojan sus erizos como una ofrenda a los pies de lo imprevisible. 


Tengo miedo, claro, si la lluvia no cesa se inundará el jardín y tal vez se lleve mi casa río abajo, hasta el mar y más allá. Un sueño sin fondo me muestra lo abisal… Han sido apenas unos instantes, una cabezada para aliviar la tensión. Vuelvo a recuperar la presencia del temporal en mis oídos, en el estómago y la cabeza, el agua encrespada que no cesa, las ráfagas de viento sin dirección, la oscuridad tras los cristales de la ventana… me levanto del sillón de alto respaldo, alimento las llamas de la chimenea y le pido al dios del fuego que cese el ruido y la furia: sin palabras, como en el escenario de un teatro vacío.



No quiero seguir escuchado ese ruido, ese estruendo, esa maquinaria de piedras rodantes empujadas por el agua poderosa, me digo una y otra vez, los pensamientos repetitivos casi desbordan mi cabeza, no encuentro consuelo, intento calmarme hasta que 

En un instante cesa el viento, poco a poco también el arrastre de piedras del río, y aunque el agua sigue sonando con fuerza me invade una paz indefinible… escucho incrédulo el silencio en la habitación, un suspiro de alivio… vuelvo a levantarme del sillón y me asomo a la ventana: ha dejado de llover. 

Sin pensarlo desciendo a la planta baja, me pongo ropa de abrigo y me calzo botas de siete leguas para caminar hasta el puente cercano. Casi no hay hueco en su ojo para más agua, una pequeña farola deja entrever la tremenda crecida, el ambiente está limpio como si acabara de nacer entre relámpagos; el contraste entre el río y el espacio sereno es una epifanía que me hace estallar a carcajadas sin saber por qué, la lógica no es parte ni arte de este momento. Me quedo allí, en medio del puente, sintiendo como el agua enfangada por el barro y trozos de árboles caídos en la refriega corre bajo las plantas de mis pies que tiemblan de pura vida. El tiempo no tiene medida ni forma, es un invento para principiantes y liebres de marzo.


Regreso a casa, feliz e indefinible, arrimo un tronco a la chimenea, caliento una infusión de yerbas cálidas y se me olvida sobre la mesilla de noche, enfriándose, mientras Morfeo me acuna en un sueño sin sobresaltos hasta el amanecer en que tengo que apresurarme al baño, vaciar la vejiga, aliviarme. Al volver al dormitorio, en la planta de arriba, miro desde el balcón de la cocina el agua verde esmeralda en que ahora se ha transformado el río. Ya no hay agua en el jardín, un sol entre nubes clarea en el horizonte del amanecer, creo que descansaré otro rato, sin prisa, como un rey en su laberinto. Duermo, tal vez sueño, como Hamlet, sin límites.




DEL DISTURBIO

E ti offro l'intelligenza degli elettricisti .Cosi almeno un po' di luce avrà.

                                                               (Paolo Conte. “Gelato al limon”)

 

La mente humana se cansa de inventar siempre en la misma dirección y busca nuevos sinsentidos,  estados o juegos  para expresar el desconcierto. Intenta fijar el vacío o el disturbio, de ahí el voluble o el controlador, el mundano o el recogido, el santo o el sicario. No ve el juego temporal de esta corta vida y considera sin pensar, o haciéndolo en exceso, que todo será para siempre. Al mismo tiempo prima la inmediatez, los titulares, las frases hechas ante la sensación de que este mundo  se acaba ya para los humanos y otros animales.


El covid 19/84 es un reflejo del kaos inagotable, por eso tiene tantas caras, tantos efectos aparentemente contradictorios, tantas soluciones que cada colectivo o individuo aplica según la denominada normalidad conocida, que no es otra que nuestra mente enloquecida incapaz por naturaleza de abarcar la realidad total, la  vida, la existencia; entre otras cosas porque es inabarcable, inconcebible, inexplicable.


Otra vuelta de tuerca que nos tiene descolocados. No se puede explicar nada, todo es un flash, una intuición entre relámpagos, un hueco de aire entre las piedras, un reguero de agua entre desiertos. Me parece ver algo e intento describir el asunto… pero el pensamiento es un juego transparente que se nos escapa y algunos solidifican para obtener beneficios visibles o invisibles, cuentas corrientes en el paraíso, fiscal, cielos perfectos en la vida, corriente, cuentos para no dormir, trampantojos.


Es el juego, la lotería, la moneda al aire que ya creíamos saber cómo funcionaba…  de qué lado iba a caer y que números nos darían el pase a la siguiente playa exclusiva, a la luna del escaparate, al diamante de sangre derramada.


La historia de un hombre es la historia de todos los hombres, escribió Fray Bartolomé de las Casas, aunque todas las atribuciones señalen a Borges. Nada nuevo acontece, sólo cambia el decorado, el maquillaje, el atuendo y sus complementos. Del hacha de sílex al misil, del papiro a la pantalla, del trueque al dinero sin solución de continuidad. Nada  nuevo, todo es puro saldo con algunos engarces de ocasión. Del paso tranquilo al jet-lag de cada día.  Todos los trucos tienen un mago.


Ahora pasa una pompa de jabón, un cometa, un suspiro invisible, un grito, la resolución de un enigma, pasa una oca, relincha un caballo, los dos tercios de la población han decidido dejar de respirar líquidos de colores, se alza el telón, una fiebre, la falda de la montaña. La brisa se desvanece, mi primer recuerdo está a punto de volver, no hay dos, la llama de una vela titila junto a un águila disecada, una nube de buitres me acompaña mientras paseo junto al muelle de la bahía silbando como Otis Redding, nadie alrededor, silencio.


¿Por qué tantas calaveras? Preguntaron a Keith Richards. La cara de todos, contestó sonriendo, como flotando en un riff… man blues.´

… abismos de serenidad, donde como océanos nocturnos retumbará la voz de tu ciudad.

                                                                                    (Carlos Cano. “Un helado de limón)

 


DE LA CLARIDAD


“Serena tu mente, esta es la enseñanza del despierto.”

                                                                                 Buda


“Me interesa un enfoque humilde, que acepta las debilidades

de los humanos y de hecho considera la dignidad y la paz

como cosas que emergen de esa aceptación de la condición

humana más que de cualquier método o intento de

trascenderla.”

                                                                                   Thomas Moore


“La percepción profunda se produce como un relámpago.

El texto es el trueno que llega mucho después.”

                                                                                   James Low


“Ningún mapa sustituye a la región cartografiada, pero al

mismo tiempo (…) una carta bien trazada simplifica el

recorrido”

                                                                                   Tomás Granados Salinas



Estas cuatro citas dan entrada a mi libro: Un mapa del territorio (Meditaciones). Ed. Dharma


Aquí algunos pequeños textos:


Somos personas únicas e irrepetibles, en eso consiste nuestra
personalidad. Y al mismo tiempo estamos conectados con todo,
vivimos en el mismo planeta, respiramos el mismo aire, y hemos
de alimentarnos para seguir viviendo... esas son las cosas que nos
unen, esa es la vida. No las ideas o los gustos. El olvido de esto es
el comienzo de la neurosis, la depresión y, en casos extremos, de
la violencia contra los otros o contra uno mismo.


***

Ningún agente externo podrá acabar con tu dolor, puede que
lo atenúes por un tiempo a través del sexo compulsivo, la oración
ciega, el alcohol u otras drogas... la vida no es fácil para
nadie, es muy compleja y genera un desconcierto cambiante
que pretendemos fijar con tóxicos o rezos extremos, el resultado
será sin duda el sufrimiento que todos queremos evitar sin
abandonar sus causas. El final de este sufrir está en el camino
pacífico y compasivo que nos conecta con nuestro despertar,
siempre listo para ser descubierto. Siempre está en el momento,
presente... como un don.

 
***

VE ADENTRO CON LOS OJOS ABIERTOS


Si pretendes llegar a un lugar sin retorno o lograr una visión duradera, una solución definitiva que te alivie y libere del dolor, del sufrimiento ahí fuera... no hay tal.
Si quieres estar en paz no sigas dando vueltas, husmeando cómo un desconsolado por aquí y por allá. Nada va a cambiar a tu alrededor. Todo lo que estás buscando está ya en ti. Párate y observa, sencillamente mira cada momento como si fuera el último y el primero. Así podría cambiar lo único que puede hacerlo: la perspectiva.


***


Hacerse una idea de cómo son las cosas e insistir en ello,
repitiendo hasta la nausea pensamientos, ideas o conceptos,
puede llevarnos a defender como válido
lo que solo es una postura extrema, bastante alejada de la experiencia directa,
sobre los lugares, los hechos, los seres vivos o muertos.
El conocimiento teórico sólo es un mapa,
recorrer el territorio es lo que nos permitirá conocerlo.


***

El sufrimiento tiene una pregunta que hacerte
¿Te enfadas porque la otra persona hace lo que quiere
o porque no hace lo que tú quieres?


Más sobre el libro  aquí o aquí






Nunca queremos ser lo que somos ni estar donde estamos.
Pero estamos aquí y en ninguna otra parte y, ya que estamos
aquí ¿Por qué no estar aquí?
-Chögyam Trungpa-

Deja que cada cosa tenga la libertad de ser tal como es.
No te separes del mundo tratando de ordenarlo a tu alrededor.
-Pema Chödrön-




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Publicado por jalias
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autores. Revista Corónica es una publicación digital. ISSN 2256-4101.

2 comentarios:

  1. Paree que Bárbara le ha llenado de inspiración. Qué maravilla seguir maravillándose de la naturaleza.

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  2. La Natura es la madre de todas las maravillas, nsturales o artificiales, del mundo. Los que no aman la vida la destruyen, como si no fuera con ellos, como si pudiera despreciarse lo que es de y para todos.

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