lunes, 14 de noviembre de 2022

Los límites de nuestro mundo

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Sobre Malas posturas, de Lina María Parra


Por Paula Andrea Marín C.


Si alguien viera el ejemplar que leí de este libro, el primero publicado por su autora (la segunda edición salió este año por EAFIT): Lina María Parra Ochoa (Medellín, 1986), si pasara sus páginas, diría que nadie más lo ha leído. Yo, tan adepta a subrayar, a dejar marcas en los libros que leo, he dejado este impoluto. Es lo mismo que me pasa, por ejemplo, con Margarita García Robayo y ahora pienso que ambas son escritoras que, además de excelentes narradoras, son capaces de algo que muy pocas escritoras y escritores pueden hacer: crear atmósferas; en ellas, no importa llegar a la frase sentenciosa o sintetizadora, sino que todas las palabras están allí dispuestas para la construcción de un mundo singular e íntimo que define las vidas, las cotidianidades de los personajes, los límites de sus mundos. Repaso el título de los once cuentos y al pronunciar cada uno me desplazo de inmediato a su ambiente, a su ritmo, a sus colores. Esos mundos son tan familiares como los recuerdos que tenemos la mayoría de lectoras y lectores: nuestras enfermedades, nuestros miedos, nuestros duelos por los familiares idos, nuestra manera de acallar nuestros gritos internos para que la vida siga.


Los personajes principales de Parra son hombres y, sobre todo, mujeres, que aunque se dan cuenta de lo que ocurre en todo momento y se han formado una opinión muy propia de sí y de su mundo, evitan los conflictos directos y prefieren los rechazos sutiles. Hay allí un poder del que se es consciente y que no necesita ser demostrado al otro, aunque a veces las acciones se orienten hacia la adaptación a un sistema, a un modo establecido del funcionamiento del mundo contra el que se asume que no vale la pena luchar. Pienso que esta forma de ser está muy naturalizada sobre todo en las mujeres, quienes aprendemos a sonreírle al del frente así nos caiga muy mal y así sepamos que se ha comportado como un hijueputa. Es la misma lógica de envolver con mucho cuidado las toallas higiénicas para que nadie más vea nuestra sangre menstrual. Parra habla varias veces de ella en sus cuentos y eso me gusta mucho porque crecí en un momento en el que, en la publicidad de las toallas higiénicas, la sangre era siempre azul y este año, por fin, he visto que ya aparece roja-roja, que ya es la sangre que veo cada mes salir de mi cuerpo. La sangre menstrual está también relacionada con el embarazo, el deseado y el no deseado; en uno de los cuentos este es el motivo principal y el aborto aparece como la opción más natural, algo que tampoco era común como motivo narrativo en las letras colombianas.


Parra toma argumentos muy cotidianos de seres también cotidianos para narrar sus historias y retoma elementos de lo que uno entiende que es su propia vida: su familia, su pasado, su cuerpo y sus dolencias. Lo interesante es que no podríamos hablar aquí de una escritura personal o autobiográfica, porque los otros elementos de las narraciones así como los otros cuentos en los que ella como yo narrativo no aparece mantienen la misma estructura, el mismo tono y ritmo. A Parra, creo, le interesa retomar aspectos de su vida para convertirlos en ficciones y ponerlos al mismo nivel de los otros personajes que aparecen en sus cuentos: el vigilante de un conjunto residencial, un oficinista, una bióloga, un ama de casa. Los mismos personajes de su familia son construidos como personajes de ficción: el abuelo, el padre, la madre, la hermana, la pareja, las tías. Su pericia narrativa le permite, al mismo tiempo, introducir elementos extraños en esa cotidianidad: los fantasmas (y debo confesar que hacía mucho tiempo no leía un cuento que lograra darme miedo de apagar la luz), el desdoblamiento.


Nuestros límites son los límites de nuestros dolores, de nuestros sufrimientos, pero nadie pasa mucho tiempo mirándose desnudo o desnuda en el espejo y repasando eso que duele o que molesta o que preocupa. El tiempo que pasamos mirando nuestros cuerpos desnudos es el tiempo de la escritura de Parra; es ella la que nos pone un espejo al frente y se sienta al lado a escribir, y muestra cómo cada quien hace lo mejor que puede.

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  • Lina María Parra, Malas posturas. Medellín: Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín-EAFIT, 2018.


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Publicado por Paula Andrea Marín C.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autores. Revista Corónica es una publicación digital. ISSN 2256-4101.

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