domingo, 5 de marzo de 2023

TRES ANUNCIOS EN LAS ESTEPAS

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La observación no debe considerarse un proceso de aprendizaje.
Debe considerarse como un proceso de experiencia.
No hay que intentar aprender de la observación, sino intentar sentirla.
La observación es un acto de no dualidad.


La técnica que utilices no debe estar separada de ti; eres tú, tú eres la técnica.


El observador y la observación son uno. 

No hay ninguna relación involucrada.

- Chögyam Trungpa.
Meditation should not be regarded as a learning process-



ANUNCIO 1°

A través de los sentidos e impregnando los elementos que nos forman, llega una información variada y diversa que reciclamos e intentamos comprender con los pensamientos, y que expresamos con nuestra palabra hablada o por medio de la escritura.
El cauce siempre es el mismo, el rio sigue fluyendo y el agua de ayer no es el agua de hoy aunque, desde otro punto de vista, sea el mismo agua con diferente sonido.
El proceso de la lluvia se repite desde que hay memoria, el vapor sube y baja, deviene nube y cae 

sobre este planeta, que es el paraíso natural, infierno del artificio, para que la vida continúe, la muerte 

venga, el corazón siga latiendo.


Así, los pensamientos nos aclaran el proceso original, nos hacen comprensible un complejo sistema vital que funciona por sí mismo, con o sin nuestras ideas particulares. Cada poeta tiene su palabra, 

cada caminante su paso.


Inmersos en un cambio constante, escurridizo, pretendemos ser los autores y depositarios de las realidades de todos. Seducidos por la locura de ese espejismo sufrimos o matamos por defenderlo, 

hasta el extremo de intentar imponer esa realidad nuestra que es, nos decimos, la que todos deberían 

ver y aceptar.

ANUNCIO 2

Desarmemos el rompecabezas, desmontemos el puzle. Es una manera de hablar; esta es una premisa particular, no general.

Nuestras vidas se componen de momentos que tratamos de atrapar como una instantánea o unirlos 

para formar un corto o largo metraje. Los momentos se evaporan, las películas se ruedan de manera atemporal y después se unen de forma secuencial para contar algo con aparente sentido.
Los que se obsesionan, se empeñan, se obcecan en que todo el mundo piense como ellos, oiga, huela, vea, no encuentran respuesta cuando les preguntas si pueden cambiar de parecer, de punto de vista.

La realidad detenida o trucada no es orgánica, no está viva, es una recreación de algo inexplicable, 

no organizado, que no tiene orden ni concierto; caos y desconcierto son las características de nuestro deambular cotidiano.


Si los revolucionarios derrocan a los zares, a los progresistas o a los capitalistas, más temprano que tarde retomarán los viejos temores de los extremistas derrotados y los acomodarán a su control y poder adquiridos a sangre y fuego.
Vuelve la noche donde se creyó en y se prometió el día. La guerra es una forma cruel 
e inútil de querer resolver conflictos mentales inacabables.


Esas habituales referencias a los propios países u organizaciones, limitadas a esos pequeños territorios, enmarcan un pensamiento corto que cierra la puerta a cualquier atisbo de la universalidad de los problemas humanos, no muy diferentes sea cual sea el aspecto, el idioma o esas repeticiones particulares que llamamos cultura, tradición o lo nuestro.

La respiración y la muerte nos igualan. Así cómo la necesidad de alimento, agua y cobijo. Lo demás son cuentos que nos repetimos sin  razón alguna.

Será posible que los humanos puedan cambiar esta situación. Difícil lo veo. A no ser que, y esto es sólo otra idea entre millones, tantas como pensantes hay. A no ser que, decía, cambiemos el pensar por el sentir. Escuchemos nuestra naturaleza, sin interpretar de modo conceptual, y conectemos los elementos que nos forman, nada diferente al resto: tierra, agua, aire, temperatura y espacio... de manera consciente. Utopías.
La consciencia siempre está ahí, aquí, la cuestión es no confundirla con las ideas, con los pensamientos que podemos usar para resolver cuestiones mecánicas o jugar con ellos para crear mundos inventados.
Verdadero o falso sólo son tanteos ante el horror vacui; nuestro terror a no existir.
Llega la vida, se desenvuelve, se transforma y se va. El silencio no tiene fisuras.

ANUNCIO 3

Dado el karma global
y el karma individual.
O, dicho de otro modo,
dada la manera en que se mueve el universo, funciona el planeta y se relacionan sus habitantes, los resultados de cada instante no pueden ser diferentes a lo que son.

¿Quiere esto decir que no tenemos que estar atentos a nuestras palabras y acciones, y 
no diferenciar lo que daña de lo que ayuda?

La sabiduría discriminatoria ha de estar presente, si no queremos dañar, en cada instante en que podamos ser conscientes de los resultados que originan nuestros movimientos físicos y mentales.

Puedes tener una visión amplia y una presencia impecable, pero si no distingues entre 
el efecto de un golpe y el de una caricia… me temo que tu comprensión no estará asentada de manera correcta en la aplicación práctica de lo aprendido.


La sabiduría del cambio y el karma, o azar causal, son dos aspectos a tener en cuenta en el camino.


p.d:

 

Primero fue el verbo, la queja del silencio, un rasgarse las vestiduras, el destello vital. De ahí este tinglado de un mundo estupefacto, perdido, que quiere fijar el error y solazarse en el barrizal del sufrimiento. Seguimos intentándolo. La rueda sigue girando.


José Alias libros. Planeta Tierra, marzo ‘023.

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Publicado por jalias
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autores. Revista Corónica es una publicación digital. ISSN 2256-4101.

6 comentarios:

  1. Fabulosos sus anuncios, maestro Alias.

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  2. Amigo, ya veo, que la musa, como el dinosaurio, sigue ahí.

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  3. Gracias. Eso debe ser que me despierto y me doy una vuelta por el Monte Rosso.

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  4. claro y lúcido, como siempre, mi amigo jose a.

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